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Para todo el equipo, junta directiva y mujeres afectadas va a ser un cambio al cual nos tendremos que adaptar, pero siempre recordaremos todo lo que has trabajado y dado de ti como persona y profesional en nuestra asociación.

Nos has enseñado muchísimo en este tiempo, te has implicado con nuestras mujeres desde el principio y dado todo tu cariño para acompañarlas en el proceso del cáncer de mama, adaptación, tratamiento y superación. Además de, orientarlas y asesorarlas en sus procesos de reinserción social.

Lo más bonito, es que has conseguido mezclar, desde el inicio, tu profesión y conocimientos con tu parte más humana y cercana, haciendo a nuestras mujeres sentirse como en casa, queridas, comprendidas y escuchadas, desde el primer momento en el que acuden a AMACMEC.

Por eso, solo podemos desearte lo mejor, que nos acompañes siempre y que sigas creciendo.

¡Muchísima suerte en tu camino y, esperamos verte muy pronto!